En la tarde de ayer, tras finalizar la Eucaristía del tercer día de triduo en Honor a María Santísima en la Resignación de sus Dolores, todos los presentes en el interior de San Pedro, tuvieron el honor de disfrutar la presentación de la nueva Orla para la Señora, presentada por su autor, el prestigioso artista onubense, D. Manuel Caliani Santos.
A continuación, ponemos textualmente las palabras del artista, explicando a detalle el significado de los elementos de la Orla.
EXPLICACIÓN DE LA ORLA ANUNCIADORA DE CULTOS PARA MARÍA SANTÍSIMA EN LA RESIGNACIÓN DE SUS DOLORES
DESCRIPCIÓN GENERAL
Se trata de una orla de formato muy especial con respecto al concepto que hasta el día de hoy tenemos de orla de cultos, pues los elementos ornamentales están subordinados a la atmósfera y al efectismo a base de acuarela sobre papel, constando de un tema principal horizontalmente en la región superior del formato, con el retrato de la Virgen de Resignación con el corazón traspasado en el centro enmarcado por letanías, además de ornamentaciones propias de la bambalina delantera que diseñara Enrique Bendala Azcárate, quedando su corazón atravesado en el mismo emplazamiento en que se ubica en la citada pieza. La Virgen de Resignación emerge de entre el jardín del dolor, del caos y del pecado, a partir del dinamismo curvo evocado por las hojas de acanto que a su vez prometen una felicidad eterna esperanzadora. Las propias puntas que finalizan la morfología de las bambalinas sugieren el carácter punzante de lo doloroso, y en ellas me inspiro para el marco ornamental repitiéndolas en la parte central de las cenefas geométricas que descuelgan por los laterales, evocadoras del dibujo de Enrique Bendala para el manto de camarín de la Virgen que bordara Concha Caro, y del diseño del mismo autor de los futuros respiraderos con el enriquecimiento a base de estrellas. Combinación esta propia de los bordados de finales del siglo XIX y principios del XX, de estilo Arts & Crafts, romántico a la vez que modernista, que mezcla los temas vegetales con la geometría, lo natural y humano con la perfección de lo Divino.
EL CARÁCTER DE LA VIRGEN DE RESIGNACIÓN EN LA ORLA
La Resignación es un estado que casa a la perfección con los ideales románticos en sus aspectos más líricos, y muy acertadamente la Hermandad del Descendimiento plasma su esencia plásticamente a partir de las líneas del Romanticismo (Neo-Romanticismo en este caso, al pertenecer esta corriente a la centuria decimonónica). Para realizar esta obra con la intención de transmitir el sabor y el aura tan particular en la ciudad de Huelva y Andalucía que desprende Nuestra Señora, he decidido trabajar con una atmósfera de colores idiosincráticos de la Hermandad del Descendimiento y particularmente de la Virgen de Resignación. Colores como los violetas y morados, propios del palio y vestimenta por antonomasia de la Señora; y tonos rojizos en alusión a la gama que completará en el futuro el cromatismo del conjunto procesional con la inclusión de los nuevos respiraderos. De esta forma, en fusión con los azules se evoca la caída de la noche que baña todo un universo de melancolía reinado por la Virgen María, Hija, Esposa y sobre todo Madre de Nuestro Señor que padece el más profundo de los dolores habidos por amor: la Resignación; también el estado conocido como “la noche oscura del alma”, de soledad y desolación, es representado según el estribillo de la Salve de Nuestra Señora:
“Bajo la noche del alma Sólo un sentimiento Y un rezo se hace plegaria Y a Jesús Descendimiento Su Madre le mira a la cara Resignación, Reina del Cielo”
Se trata de consolidar una iconografía para una advocación única dentro de las tantas que dan nombre a las representaciones de María Santísima. En este caso, la Resignación, como Virgen de los Dolores muestra en su pecho su corazón traspasado, en este caso por cinco puñales (en vez de los siete como se representa tradicionalmente), pues la Virgen de Resignación asiste a su trance al pie de la Cruz, mientras su Hijo es descendido, lo que corresponde al Quinto Dolor o Quinta Angustia de los siete en que se representa el hondo sufrir de la Virgen desde el Nacimiento de Jesús hasta su Pasión y Muerte. Esto queda evidenciado en el diseño del interior de las bambalinas con el rezo del Stabat Mater, himno que narra el sufrimiento de la Virgen junto a la Cruz, así como cinco son las lágrimas que recorren el rostro de la imagen. Igualmente, con el fin de consolidar y difundir la unicidad de la advocación de Nuestra Titular he distribuido alrededor de su rostro en ese universo nocturno tres letanías propias que describen su esencia. A la izquierda, “Lirio Transido”, pues con el lirio morado, símbolo romántico del dolor dulce, se compara a la Virgen de Resignación popularmente. No sólo por ser éste el color de su palio y manto, sino también por el gesto dolorosísimo a la par que dulce de su semblante. Entonces de entre el jardín del dolor citado anteriormente, brota el Lirio de San Pedro como flor escogida, traspasada y dolorida. A la derecha, hago uso de una de las letanías oficiales del Santo Rosario con el epígrafe “Virgen Prudente”. Esto se debe a otro matiz que rodea a María Santísima en la Resignación de sus Dolores, pues su carácter y su caminar cada Viernes Santo se diferencia por la delicadeza y la humildad, pareciendo no querer llamar la atención sumida en su dolor. Y es precisamente esa prudencia y esa modestia las que hacen grande y destacable a Resignación en la Semana Santa. Por último, y con especial relevancia destaco las palabras “Romántica Resignación” a ambos lados de la imagen como otro de los apelativos con los que popularmente se identifica en Huelva a esta imagen, y que engloba y resume sin duda todo su carácter, dolorido, dulce y prudente.
Hoy, día 15 de septiembre, como es habitual en la Función Principal, tendremos el acompañamiento musical del Liceo de Moguer que cantará la Salve en honor a María Santísima en la Resignación cuya letra es obra de D.José Antonio Vieira y la música es composición de D.Iván Macías,director del Liceo de la música de Moguer .
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