Nuestra hermandad celebró el pasado sábado 3 de noviembre, como marcan nuestras reglas, la misa en honor a nuestros difuntos y el solemne besamanos a nuestra excelsa titular, María Santísima en la Resignación de sus Dolores.

Para ello, el equipo de priostía de la hermandad decidió montar la bambalina frontal del paso de palio, flaqueada por dos de sus varales para que así, nuestra Madre pudiera aguardar a sus hijos bajo ella.

Siempre acompañada por una pareja de libreas, María Santísima en la Resignación de sus Dolores lucía saya y manto liso negro, acorde a la sencillez de la festividad de todos los Santos y acorde al tono fúnebre del día de los difuntos.

Además, la Virgen lucía un rostrillo blanco de encaje, a juego con el pañuelo blanco (también de encaje) que sostenía sobre su mano izquierda, fajín negro con encaje dorado y su tradicional corona de plata de ley, obra de Joaquín Ossorio, que suele utilizar para su salida procesional del Viernes Santo.

Como novedad, María Santísima lucía en su pecho un broche de orfebrería plateada y dorada en forma de corazón ardiente atravesado por siete puñales que representan los siete dolores de la Virgen María.

Fotografías: Sergio Borrero.

 

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